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En ocasiones, las empresas se ven involucradas en medio de una feroz polémica pública que nadie previó. A veces, ello es consecuencia del surgimiento de actores que en apariencia no tienen nada que ver con los actores de su cadena de valor. Se trata de los llamados stakeholders imprevistos, que pueden imponer grandes derrotas o victorias a una compañía. El riesgo de enfrentarse a una situación de estas características es mayor tratándose de empresas a las cuales se les atribuye una gran importancia estratégica para el desarrollo económico y social de los países en los que operan. Pueden ser privadas, estatales o ex estatales, con fuerte presencia regional, nacional o internacional. Pero lo cierto es que ellas pueden presentar un fuerte grado de vulnerabilidad social, el cual dependerá de la proyección que tengan en su propio nación o en el exterior. Esta incertidumbre¿ que los autores ejemplifican con la fuerte disputa que sostuvieron Embraer y la Canadian Food Inspection Agency¿, sin embargo puede ser manejada. La clave está en saber navegar por las inciertas aguas sociales que rodean a la compañía y aprovechar los numerosos activos de su exposición social. Según los autores, los beneficios pueden ser inesperados y es cosa de tener conciencia de la vulnerabilidad social que enfrentan las empresas, ser capaces de obtener una licencia social para operar, y saber gestionar adecuadamente la incertidumbre a la que se ven expuestas.